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Alrededor de un buen fuego calentando comida |
Un viaje en invierno a la Laponia finlandesa es un
encuentro con una naturaleza que ofrece unas posibilidades de aventura increíbles.
Las auroras boreales, Santa Claus… todo se conjuga para ofrecer una experiencia
única.
En cualquier caso, un viaje invernal a la Laponia
finlandesa representa una inmersión en el silencio y la nieve, cuando éstos se
asientan en una naturaleza casi intacta. Es la ocasión de sentirse explorador,
de vivir la épica de la naturaleza, imaginándose por un momento que uno revive
las aventuras narradas los exploradores del Ártico. Es la posibilidad de
experimentar aventuras que difícilmente se pueden saborear en otros momentos.
Casi sobre la
misma línea del Círculo Polar Ártico aparece la localidad de Rovaniemi, la
capital de la Laponia finlandesa y la mejor base para recorrer la zona. Una señal
avisa que te encuentras en el Círculo Polar Ártico y la aldea de Santa Claus.
Sí, aquí Santa Claus recibe a los visitantes, y no solo en los días previos a
Navidad sino durante todo el año. “Joulupukki”, como es conocido Santa Claus en
Finlandia, charla con los visitantes, al cual expresan sus deseos e ilusiones.
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Un alto en el camino con nuestro anfitrión |
Los sami –a
los que se conoce normalmente como lapones, aunque a ellos no les guste este
nombre– ocupan esta región septentrional de Europa desde tiempo inmemorial. Los
sami son los últimos nómadas de Europa, ya que algunos todavía siguen a los
renos en sus migraciones anuales.
Hay quien dice
que el trineo es el vehículo más antiguo de la humanidad, anterior a la rueda.
Hay que experimentar y sentir el
silencio del bosque, el silbido de los patines deslizándose sobre la nieve, los
ladridos de los perros y el viento en la cara. Te puedes detener en una de las muchas
cabañas para preparar un café o un almuerzo a base de salmón y carne de reno
seca. Si el tiempo es bueno, se hace un fuego sobre la nieve. La escena es
antigua, vital, y uno se siente experimentando algo que los humanos han vivido
exactamente igual hace milenios.
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Preparando el equipo para el viaje |
En skydoo
(moto de nieve) se circula con ruido, hay velocidad y se recorren distancias
mayores. Si se circula por un lago helado es como volar por un mundo plano. En
este caso, la experiencia la pudimos completar con la pesca. Hay que abrir un
agujero en la masa de hielo con un berbiquí gigante, como en los tebeos, echar
el sedal con el anzuelo y a esperar confiando en la suerte.
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Cabaña base de operaciones en Lethovara |
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A la espera de pescar algo |