
Una nueva "xuntanza" de los amigos del Txoko Galego dando cuenta de un buen cocido. No se entiende el cocido sin la "Cachucha" de cerdo, nuestra señora de los mil sabores. Según la zona del territorio gallego por la que nos movamos, habrá más cosas: que sí un butelo, una androlla, los garbanzos, los chorizos, los cachelos, la verdura (grelos), las filloas, el espinazo… podemos decir que el gallego es de los cocidos más alegres, por la alegría que a la mesa lleva la carne.
En está ocasión hemos degustado un cocido cristianísimo, y muy adecuado para los duros febreros del clima galaico. Requiere, desde luego, tiempo para comerlo despacio, y tiempo para digerirlo en paz. Pero es… un monumento al placer del comer.



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