El pasado día 17 de octubre se reunierón los comensales para llevar a cabo una nueva "xuntanza" gastronómica. A menudo reflexiono sobre lo fácil que es
reunir a los integrantes del Txoko Galego en los meses de otoño e invierno, será por nuestra natural predisposición a que seamos reclamados para los más diversos eventos.
Sin hallar respuesta alguna ante estas y otras preguntas de la vida, se pusieron a gestionar las viandas, por los cocineros Suso y Andrés. Allí se instalaron las once almas en el comedor y desde esa ubicación les fueron facilitadas las viandas con gracejo y soltura.
Como plato principal haciendo un homenaje al producto local, en esta ocasión hicieron un homenaje al "cabrito"acompañado de un buen vino tinto del país de los que más nos gustan, y punto.
En la sobremesa algún que otro licor, con las botellas en la mesa, que resultaron del agrado de los comensales.
A partir de aquí una amena conversación, después de una buena comida, que se prolongó hasta bien entrada la tarde.