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Travesía por los lagos de la laponia finlandesa |
Un viaje inédito al corazón de la Laponia Finlandesa. Al
Norte del Círculo Polar Ártico, en la localidad de Lethovara iniciamos una
travesía en skidoo (moto de nieve) hacia la naturaleza salvaje de la Laponia
interior. Durante la misma pudimos visitar aldeas, tener la experiencia de
trineos tirados por perros y renos; inmensos campos de hielo y nieve, lagos y
ríos helados donde pudimos practicar la pesca a la manera tradicional.
Iniciamos el viaje por tierras de Finlandia, desde la ciudad
de Rovaniemi hasta el Norte del país. El lugar de Lethovara era una granja de
renos a unos 100 kilómetros de la ciudad de Rovaniemi, capital de la Laponia
finlandesa. Una vez que llegamos al lugar de inicio de la ruta, nos ofrecen
unos trajes térmicos para la travesía. Estas prendas eran especiales para no
pasar frio. El equipo consistía en traje, guantes, botas y casco, ya que el
viaje lo íbamos a realizar en moto de nieve teniamos que ir preparados.
Nuestra partida fue por la tarde, después de una comida que
apetecía mucho, pues el frio era muy intenso. Sopa y estofado de carne de reno,
para ir cogiendo el sabor. En ese instante nos comunican que durante la ruta es
lo que vamos a comer. A las dos horas de ruta tuvimos la oportunidad de probar
un café hecho de una manera “enxebre”, nuestro guía, Marco fue el encargado de
prepararlo. Notamos que la temperatura bajaba rápidamente. El lugar donde nos
encontrábamos era un bosque de abetos, todo estaba en silencio, solamente se
escuchaba de vez en cuando el viento entre las ramas de los árboles.
Continuamos ruta y llegamos a una cabaña en medio de un
bosque muy acogedora. Allí prendimos fuego, con unas leños de madera y aquello
rápidamente se puso muy acogedor. Despúes de un descanso cenamos un estofado de
patatas con carne de reno. En esas fechas la luz del día solamente era de dos
horas, elr esto del día era una oscuridad permanente
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Bosques de hielo y nieve |
Los paisajes que fuimos viendo, siguiendo la ruta eran
increíbles, bosques helados, caminos llenos de nieve, ríos y lagos
completamente helados. Estos últimos erán nuestros preferidos para viajar, ya
que podíamos ir mucho más rápido en las motos de nieve. También decir que a lo
largo del viaje nos fue apareciendo mucha fauna: renos, ardillas, conejos...
Las gentes del lugar, los lapones, son gente muy acogedora y hospitalaria.
Nos llamo mucho la atención el modo de vivir que tienen, pues siempre te
imaginas al lapón según la información que has recibido, pues no se parece en
nada, sus casas están muy bien hechas y preparadas para pasar los largos
inviernos.